La esperanza ha sido una de las características del pueblo de Dios desde los tiempos de Abraham.  Dios le hizo al patriarca promesas especiales y se las confirmó por medio de dos cosas inmutables:  una promesa personal y un juramento divino.  De igual manera nosotros los que hemos dado la espalda al mundo para seguir a Jesús somos partícipes de grandes promesas y de la misma esperanza.  Esta esperanza  que tenemos en El es un ancla segura y firme para el alma;  donde nos apoyamos en un Dios que no miente ni cambia.  ¿Está tu esperanza en Jesús hoy? Lea acerca de las promesas de Dios en la Biblia y tome la esperanza que Él le ha dado.

