UN GRAN DIA PARA ESTAR EN EL REINO

“Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.” Hebreos 10:39.

Cuando el autor de Hebreos escribió estas palabras, tiempos difíciles se vivían en Jerusalén y Roma. Los hogares cristianos estaban siendo confiscados por el gobierno. De modo que la persecución y la enfermedad eran la vida diaria de los creyentes. Sin embargo, la iglesia hebrea se mantuvo firme en la fe en el hijo de Dios en aquellos tiempos amenazantes. En aquellos días la luz de Jesús brillo en la oscuridad. Brillaba tanto que todavía tenemos el relato de esos eventos dos mil años después en el libro de Hebreos.

En estos tiempos cuando el Conona virus se está esparciendo a través del mundo, la fe en Cristo de cada individuo será probada. Algunos descansarán en las promesas de Dios, mientras que otros vivirán atemorizados. Todo cristiano debe entender que este no es un momento para "retroceder". Con sabiduría y prácticas seguras de salubridad como las que describen los funcionarios de la salud, podemos aun orar por los temerosos, orar por los enfermos y ungir con aceite.

Jesús es nuestro modelo. Él nunca retrocedió. El nunca dio la espalda a los necesitados.

Una palabra de advertencia:  la intención de nuestro corazón debe ser lo más pura que podamos. No pruebes a Dios y te expongas a situaciones que son claramente riesgosas sin la intención de tu corazón no es la de hacer el trabajo de un evangelista, el resultado no será beneficioso para nadie.

¡Recuerda! como Jesús escuchó al Padre, así debemos nosotros también escuchar al Padre a través del Espíritu Santo que mora en nosotros.